Los jornaleros mexicanos que van a laborar a Estados Unidos o Canadá, contratados por empresas que les ofrecen visas de trabajo temporales, están expuestos a gran cantidad de abusos, muchos de los cuales nunca son visibilizados ni atendidos por el gobierno nacional, advirtió la organización Global Workers Justice Alliance.
En conferencia de prensa, Patricia Juan Pineda, abogada laboral, señaló que el artículo 28 de la Ley Federal del Trabajo establece que las autoridades están obligadas a verificar que toda persona contratada en México para laborar en el extranjero tenga ciertas condiciones mínimas de seguridad, pero todo eso es "letra muerta", aseveró.
Los trabajadores no siempre reciben los salarios prometidos o los perciben de forma incompleta, y si se quejan pueden ser deportados o los amenazan con incluirlos en una especie de lista negra, cuya existencia no está comprobada, pero da pie para amedrentarlos, sin recibir auxilio de los consulados mexicanos, agregó.
Por ello es necesario que el gobierno mexicano haga un registro detallado de las agencias de colocación que ofrecen empleo en Estados Unidos, porque hasta hoy no se sabe con certeza cuántas son, a dónde llevan a los trabajadores ni qué condiciones les ofrecen, lo cual permite actos delictivos como la trata de personas e incluso la esclavitud.
Héctor Jaimes Abarca, antropólogo del Centro Regional de Defensa de los Derechos Humanos José María Morelos, aseveró por su parte que este tipo de migración ha sido "invisibilizada" durante mucho tiempo, al punto que no hay información estadística confiable sobre el tema.
De acuerdo con el especialista, hay dos tipos de visas temporales de trabajo: la H2A, para jornaleros agrícolas, que en 2010 fue otorgada a unos 80 mil mexicanos, de entre 18 y 60 años de edad, y la H2B, para prestadores de servicios, cuya vigencia es de tres meses a un año.
Sin embargo, únicamente 60 por ciento de quienes obtienen la visa pueden tener acceso a un contrato de trabajo formal, el cual casi siempre está escrito en inglés, lo que dificulta la comprensión de sus términos para buena parte de los jornaleros mexicanos.
Ante la pregunta de qué se puede esperar si Enrique Peña Nieto es confirmado como el ganador de las elecciones presidenciales, Patricia Juan advirtió que la reforma laboral que impulsa el mexiquense es "de miedo", pues seguirá beneficiando a las grandes empresas, en perjuicio de los derechos de la clase trabajadora, cada vez más debilitada.
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