José María Pino Suárez nace el 08 de septiembre de 1869 en Tenosique, Tabasco; de ascendencia yucateca es llevado a Mérida para realizar sus estudios, hasta concluir la carrera de abogado.
Desde muy joven, se dedica a escribir poesía, la que se publicó entre 1890 y 1894 en el semanario Pimienta y Mostaza.
En 1896, habría de ver la luz su primer libro intitulado Melancolías, en ese mismo año, en el Palacio Municipal de Mérida, dedica al Padre de la Patria, un poema de su inspiración,la antología Trovadores de México, la dio a conocer en 1898.
Interesado en el periodismo, Pino Suárez funda y asume la dirección del periódico El Peninsular, órgano propagandístico de sus propias ideas y de defensa del campesinado, así como de oposición al régimen de Díaz, con la colaboración de don Serapio Rendón.
El 26 de junio de 1910, Madero, vicepresidente del centro antirreeleccionista de México, desembarca en el puerto de Progreso, Yucatán, donde le es presentado Pino Suárez, quien lo acompaña a un mitin en Mérida; en él pronuncia un discurso dando a conocer la ideología maderista.
Pino Suárez acompañó a Madero en su gira por Yucatán y Campeche; terminada la gira, Pino Suárez regresa a Yucatán para fundar el centro antirreelecionista de esta entidad, organismo que lo postula como candidato al gobierno de Yucatán.
Con la creación del centro antirreelecionista del estado de Yucatán, se funda el periódico La Defensa Nacional, para difundir los ideales revolucionarios, criticando el sistema de gobierno que usa las armas para ahogar cualquier brote de descontento.
Dadas sus actividades políticas incompatibles con el presidente Díaz, éste dicta una orden de aprehensión en su contra, pero Pino Suárez logra escapar hasta llegar a Tabasco donde se esconde por algún tiempo.
En la Convención Nacional de los Partidos Aliados, la presidencia de la misma, como resultado de una elección, recae en el Lic. José Ma. Pino Suárez.
Esa misma Convención, elige a Madero y a Francisco Vázquez Gómez como candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República, respectivamente.
Don José María Pino Suárez organiza grupos antirreelecionistas en Yucatán y Tabasco, informándole a Madero, quien no goza de plena libertad en San Luis Potosí, de los avances revolucionarios en las entidades citadas inicialmente.
De acuerdo con el Plan de San Luis, Madero asume la presidencia provisional en Ciudad Juárez, teniendo como leal colaborador a Pino Suárez, quien es designado Ministro de Justicia.
Para don Porfirio, el movimiento revolucionario no implicaba mayor peligro pensando que podía terminar fácilmente con él y continuar en el poder.
Sin embargo, los enfrentamientos fueron cada vez más violentos y los revolucionarios tomaron Ciudad Juárez, donde se firmaron los tratados que llevan el mismo nombre.
Los tratados de Ciudad Juárez fueron firmados por Madero, Pino Suárez y Francisco Vázquez Gómez por parte de los antirreeleccionistas y Francisco S. Carbajal, representando al gobierno de Díaz.
Conforme a los Tratados de Ciudad Juárez, don Porfirio y don Ramón Corral, el vicepresidente, renunciarían a sus respectivos cargos, asumiendo la presidencia interina don Francisco León de la Barra, quien convocaría a elecciones.
Al triunfo de la revolución, Pino Suárez es nombrado gobernador provisional de Yucatán y posteriormente, por elección, Gobernador Constitucional de la misma entidad.
En las elecciones convocadas por el Presidente interino, Francisco León de la Barra, resultaron electos Madero y Pino Suárez en la Presidencia y Vicepresidencia, respectivamente.
Además de la vicepresidencia, Pino Suárez ocupa el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, aunque a este último cargo se oponen algunos diputados.
A pesar de la oposición presentada, Pino Suárez por órdenes de Madero, comienza la organización de:
- La educación para indígenas.
- Los comedores y casas para estudiantes.
- La escuela dominical para obreros.
- La reforma de los planes de estudio de la Nacional Preparatoria y
- Convoca a un Congreso de enseñanza primaria
El pronunciamiento de Félix Díaz y Manuel Mondragón, originaron en 1913, la Decena Trágica de la Ciudadela, movimiento al que se unió Victoriano Huerta traicionando al gobierno maderista.
Los huertistas obligan a Madero y Pino Suárez a renunciar a sus cargos con la promesa de Victoriano Huerta de respetar sus vidas.
El vicepresidente no confía en la promesa de Huerta, intuye que la traición está presente y tienen que soportar los insultos y humillaciones de sus propios celadores.
La traición se consuma el 22 de febrero de 1913: Madero y Pino Suárez son asesinados a espaldas del Palacio Negro de Lecumberri, la entonces penitenciaría de la ciudad de México.
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