La periodista mexicana, Carmen Aristegui, será Condecorada por el Gobierno de la República Francesa, con la Legión de Honor en Grado de Caballero, y bajo este contexto, poco se puede agregar ante estemerecido premio-homenaje que le otorgarán a una de las mujeres más brillantes en todo el país.
Respetada por muchos, vapuleada por el poder, señalada por los políticos, admirada por organizaciones sociales no gubernamentales, la comunicadora más influyente de México, vive un momento inusual en su carrera: al mismo tiempo de que el PRI regresa a Palacio Nacional, ella es reconocida por un gobierno europeo socialista.
Carmen Aristegui, con su opinión crítica y objetiva, con su pensamiento profundo y honesto, se fortalece día a día, como el referente informativo de una sociedad que busca sólo la verdad. Para fortuna ciudadana, el profesionalismo de Aristegui, resplandece entre la sombra y la infamia del vacío periodístico que tanto fomentan los oscuros monopolios.
Sin duda, la Condecoración otorgada a Carmen Aristegui, debe de ser vista como un reconocimiento a todas aquellas expresiones sociales y culturales, que siempre han promovido la libertad de expresión y que han batallado ante todo tipo de injusticias. Hoy, Francia premia a una gran periodista; a la misma periodista que el gobierno conservador de Felipe Calderón, quiso desaparecer de la radio mexicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario