El Templo de las Siete Muñecas, debe su nombre a que ahí se encontraron seis muñecas y un muñeco pero optaron por darlo a conocer como si hubiesen sido siete muñecas. Esa estructura está perfectamente alineada con los puntos cardinales, la fachada del frente tiene dos ventanas y una puerta, la parte trasera, también tiene dos ventanas y una puerta. Al amanecer, la luz solar se introduce a la habitación, proyectando la imagen de
las ventanas y las puertas en la parte superior opuesta y conforme el sol va elevándose, las imágenes van descendiendo hasta coincidir con su contraparte, y ese es el momento preciso en que el sol queda en el horizonte de quienes utilizaban este edificio como reloj para determinar el inicio de la primavera o del otoño.
Durante el peregrinaje que realizaron los antiguos mayas hacia el norte de la Península de Yucatán, fueron asentándose en las partes donde creyeron que podían desarrollarse y Dzibilchaltún fue uno de esos lugares donde se establecieron. De acuerdo con el estado de arte que habían alcanzado fueron construyendo sus edificios. Notorios son los grabados que aún existen haciendo alusión al personaje Kukulkán.
En esta ciudad se manifiesta un fenómeno de luz y sombra durante el amanecer, en la estructura conocida como el Templo de las Siete Muñecas y en otra estructura identificada como El Reloj. El fenómeno ocurre los días del solsticio de verano, 21 de septiembre, y del equinoccio de primavera, 21 de marzo.El templo, de diez metros de lado, no solamente registra las máximas declinaciones del movimiento aparente del Sol, sino también las máxima declinaciones de la luna y los recorridos de ésta que también están registrados en el edificio que es considerado un Observatorìo Astronòmico.
Es común encontrar sus edificios perfectamente orientados, así también la traza urbana refleja el conocimiento que tenían del cosmos, por ello algunos de sus edificios están estrechamente relacionados con Venus, la Luna y el Sol.
Podemos encontrar en el Códice de Dresden ( uno de los tres códices mayas más importantes) una explicación sobre Venus y del Sol; Kin es el día, también significa sol, como el dador de vida. La cuenta del tiempo implicaba conocer el movimiento de los astros, quizá por eso tenían dos calendarios en el mundo prehispánico: el civil y el sagrado llamados por los investigadores Haab y Tzolkín, respectivamente. Muchos documentos fueron destruidos por fanáticos religiosos y el Tzolkín era el calendario que regulaba ceremonias y rituales.
La ciudad de Dzibichaltún se ubica próxima a la costa norte de la península de Yucatán -a 15 minutos del centro de Mérida— y fue ocupada alrededor del año 300 D. C., y estuvo poblada hasta la llegada de los españoles. 300 años después contaba una población aproximada de 20 mil habitantes, ocupando un área de nueve kilómetros cuadrados. La ciudad fue creciendo a partir del centro en forma concéntrica y la zona central tiene plazas grandes conectadas por caminos interiores. La parte del centro abarca un área de 3 kilómetros cuadrados y en ella habitaron los integrantes de la élite administrativa y religiosa. La gran cantidad de casas que se encontraban en los alrededores, cambiaron el concepto de centro ceremonial, por el de centro urbano.
La antigua ciudad de Dzibilchaltún fue una selva de mayor altura, la fauna y la flora fue diversa, así que era común encontrar una gran variedad de animales y árboles para la tala y cacería. Ambas prácticas más otras actividades desarrolladas con la llegada de los españoles, ocasionaron un desequilibrio ecológico, cosa que no sucedió con sus primeros habitantes que lograron desarrollarse con respeto y equilibrio con la naturaleza.
Los antiguos mayas supieron aprovechar integralmente a los animales, por ejemplo, con sus huesos hicieron flautas, agujas y de su combustión obtuvieron pintura negra; elaboraron vestidos, tapetes, códices y escudos con las pieles; con los colmillos y cascabeles hicieron collares; también orejeras, cuentas y mosaicos con las conchas. Con las plumas de las aves adornaron su indumentaria y sus lanzas, elaboraron penachos, abanicos y sombrillas.
Su nombre "Dzibilchaltùn"significa “El lugar donde hay escritura en las piedras planas”. Dzibilchaltún tiene su propio encanto,la zona arqueología de Dzibilchaltun se encuentra el cenote X´lacah (pueblo viejo), se encuentra en la superficie abierta completamente, mide alrededor de 100 m de largo, su profundidad en una de sus orillas es de un metro y conforme vas avanzando toma una forma inclinada y alcanza los 45 metros de donde se abre una amplia galería horizontal y oscura, cuyo extremo se desconoce.Los vestigios encontrados en el cenote como vasijas, huesos tallados y objetos de madera han ofrecido una valiosa información sobre los mayas antiguos que habitaron en las cercanías del cenote.
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