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viernes, 17 de agosto de 2012

¿Para qué hablar?, ¡si pueden gritar!


Así es! (Con todas sus excepciones) Los españoles no suelen hablar, gritan! Es como si colocaras a un mexicano del norte y le subieras unas 4 veces el nivel de la voz y otras 4 veces a su nivel de enojo. Cuantas veces has estado en un bar y hay solo unas cuatro o cinco personas y pareciera que hay unas 20? Con los niños pasa lo mismo gritan, gritan, gritan. Es s
orprendente, es como si quisieran que todo el mundo se enterara de lo que hablan. Si vas en el metro o en el autobús y alguno recibe o hace una llamada pues todo mundo ha de enterarse, no importa el tema que estén tratando, sea que esa noche hayan estado con fulanito en la cama o sea que la peli de ayer no les gusto, claro! las conversaciones además giran en torno a lo que no les gusta! raramente los escucharás diciendo lo felices que son, aunque lo sean. 
Pudiéramos pensar que los españoles están constantemente enojados y disgustados de la vida, definitivamente no! pero bueno así son, y sí que les encanta disfrutar de la compañía de las personas y de la buena comida. Has escuchado música en un bar? No! sus voces suelen alcanzar un sonido estruendoso que opaca la música o la televisión en bares o restaurantes. Las discusiones de pareja, de familias o de amigos se dan en la calle sin importar quien escuche, de hecho creo que les parece mejor que los escuchen y por más enojados que estén no llegan a los golpes. Opinan, siempre, de todo, incluso de tu plática con tu amigo en el bar, de un extremo a otro de la barra se puede dar una plática y luego se voltean a lo suyo, como si nada hubiese pasado. Otra cosa nunca, nunca estarán de acuerdo, es más fácil poner de acuerdo al mundo entero que a dos españoles (eso mismo lo dicen ellos) Y siempre estarán listos para iniciar una discusión, aunque el tema sea el clima. Y nunca, pero nunca se quedarán callados si les señalas algo en cuanto a su persona o su comportamiento. Y bueno esa es la costumbre que se le va a hacer! Eso si, son muy directos y sinceros al hablar (te guste o no te guste su sinceridad) y son muy divertidos nunca se cansan de salir, de platicar o de disfrutar de una plática de sobremesa.