Cuando llegué a España tenía la impresión de que a la primera que abría la boca, la gente de alrededor volteaba a verme. Algunas veces me hacía sentir ridículo, pero fui viendo que en realidad atraía la atención de los amantes de México que no son pocos. A la larga sin embargo, es inevitable sentir cierto deseo de mimetizarte, de pasar desapercibido, y que no te pongan cara de what cuando vas a la tienda preguntando por un foco o un desarmador, entre otras cosas.
Yo, que siempre he tendido a adoptar rápidamente los acentos, he perdido prácticamente mi acento original. Nunca hablaré completamente como español, pero ya no hablo como mexicano. Esa mis cuates, es la maldición de los expatriados en otros países de habla hispana: quedamos en el limbo lingüístico, no somos ni de aquí ni de allá. Eso sí, no a todos nos pasa, conozco mexicanos que llevan aquí mas de 20 años y hablan como recién llegados (como lo logran???).
La pronunciación /s/ para un español que vive en México no debe tener mayor complicación. Pero la /z/ para los latinoamericanos es completamente antinatural, porque es sustituir un fonema por otro en palabras precisas. Aun después de montones de años el cambio no se dá por sí solo, y el que les diga lo contrario está faroleando.
En cuanto al vosotros, no todos los mexicanos sabemos exactamente cuando se usa o cual es la diferencia. Es el uso cotidiano e informal del ustedes.Ustedes es plural de usted, mientras que vosotros es el plural de tú. Dicho de otra manera, ustedes connota el mismo respeto que hablar a alguien de usted.

La pérdida del acento duele, pues es seña de que mi identidad se ha modificado (no perdido). Contrario a lo que pensaba mi acento no regresa fácilmente cuando estoy entre mexicanos. Algunas cosas sí: frases, palabras, alguna entonación. Pero sé que cuando estoy en México mas de uno de los que me conocían de antes, me han de mirar raro, preguntándose si soy malinchista o qué pretendo demostrar.
Lo importante es hablar de manera cómoda y natural. Y por otro lado me encanta el acento de México. Es dulce y cordial. Escucharlo es como si de pronto, después de tanto tiempo y hablando el mismo idioma, pudiera dejar de esforzarme y entendiera realmente lo que hay detrás de cada palabra y cada gesto. Difícil de explicar...
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