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domingo, 19 de agosto de 2012

El muerto que regresó


Solo el infinito amor entre dos personas, puede explicarnos uno de los más legendarios acontecimientos en la población de Mier, Tamaulipas, considerada de los lugares más antiguos de la entidad, ala orilla del Río Grande, -actualmente Río Bravo-, fundada por el colonizador don José de Escandón en 1753. A ese lugar también se le conocía como Paso del Cántaro¸ seguramente  porque había depósitos donde los lugareños podían abastecerse de agua cristalina para el consumo doméstico de pobladores y misioneros religiosos del Colegio Apostólico de Guadalupe Zacatecas que en 1770 estaban a cargo de la evangelización de 101 indígenas conocidos como “Garzas”, quienes años más adelante se convirtieron en arrendatarios de tierras de cultivo o dedicadas a la ganadería, pues en esta región siempre ha sido muy próspera esa actividad.

A lo largo de su historia, Mier ha sido testigo de importantes acontecimientos bélicos, desde la época de la independencia hasta la Revolución Mexicana, siendo en esta última etapa cuando se desarrolla la leyenda producto de la lucha armada a principios del siglo XX, un 24 de abril de 1913 cuando las huestes constitucionalistas tomaron la ciudad, resultando muerto Enrique del Villar, jefe de la aduana y otros personajes, entre ellos Manuel Barrera fusilado en el cementerio municipal, mientras el teniente Espiridión Salazar quien tenía al mando la tropa del Décimo Cuerpo Rural salió huyendo rumbo a Roma, Texas.

Al respecto, cuentan que su viuda Martha Hinojosa Rodríguez el día anterior a la ejecución de su marido, soñó que éste se le apareció para sostener una charla sentimental con ella, prometiéndole que como se habían jurado amor eterno y alguno de los dos faltara, el sobreviviente vendría por su pareja para descansar eternamente unidos en el más allá.

Al ser fusilado Don Manuel fue el primero en fallecer, por lo que aquella noche prometió a su cónyuge que a los tres meses regresaría por ella para reanudar su amor en el cielo.

Y así fue, cumplido el plazo, una mañana muy temprano los sirvientes fueron a llevarle el desayuno a su patrona y cual no sería la sorpresa que al acercarse a la cama donde aparentemente permanecía dormida, la encontraron sin señales de vida. Como testimonio de su amor eterno, en la mesita de noche descubrieron una nota escrita con pluma de ave que decía: Espérame en el cielo corazón.


lunes, 23 de julio de 2012

CAPITULO 24: TAMAULIPAS


En la frontera con los Estados Unidos de América y lindando con el golfo de México, este estado es rico en petróleo, ganadería y cereales.

Sopa de jaiba

Ingredientes

12 jaibas (cangrejos)
1/2 kg de jitomate
1/2 taza de aceite de oliva
1 cebolla
6 dientes de ajo5 hojas de orégano
2 ramas de perejil
2 zanahorias
1 cucharada de harina (para espesar)
1 limón
1 ½ l. de agua

Procedimiento

Las jaibas se lavan perfectamente y se les quitan las tenazas.
En el aceite se fríen el jitomate rebanado, los ajos picados y la cebolla rebanada.
Se agrega el agua y las zanahorias junto con el orégano, perejil y sal.
Cuando las zanahorias ya se cocieron se agregan las jaibas hasta que den un hervor, se le pone la harina disuelta en un poco de agua, y se sirve calientito.


Huatape de camarón

Ingredientes

1 kg. de camarones
6 dientes de ajo
3 hojas de lechuga
1 cebolla chica
15 hojas de chile verde
12 hojas de epazote
¼ kg de jitomate
100 gr de masa de maíz
35 gr de manteca
Sal y pimienta a gusto

Procedimiento

Se muelen los ajos, la cebolla, las hojas de lechuga, los chiles el epazote y los jitomates, y se fríe todo en manteca.
Se deshace la harina en agua suficiente como para que quede como un atole ralo (es decir, aguado no espeso), y se le agrega a lo que molimos sal y pimienta.
Ya que todo está bien hervido se le ponen los camarones para que ahí se cuezan.


Atole malarrabia

Ponemos dos litros de agua al fuego con tres trozos de piloncillo y dos ramas de canela. Se deshace bien el piloncillo y se retira del fuego.
Se le deshace la masa que sería un cuarto y se vuelve a poner en el fuego hasta que hierva.
Se le agregan tres plátanos previamente rebanados y fritos en manteca.
Se deja hervir cinco minutos más y se sirve bien caliente.