sábado, 21 de julio de 2012

Aumento en el flujo de mexicanos hacia Estados Unidos y deportaciones de los mismos


México presenta en estos momentos tres fenómenos constantes.Desempleo, inseguridad y violencia.  Eso provoca paradójicamente que el flujo migratorio a Estados Unidos crezca a pesar de que no se encuentre trabajo en esta nación, pero la necesidad de irse es imperiosaAhora, además de los jóvenes, fuerza labor apreciada por los empleadores en Estados Unidos se están yendo también adultos de la tercera edad y adolescentes que apenas cumplen los 12 o 13 años.

En el caso de los ancianos, se trata de los padres y abuelos de migrantes que se han establecido cómodamente en los Estados Unidos y que han decidido ya no regresar y pagan “coyotes” para que pasen a sus familiares. Con respecto a los adolescentes, son niños o jóvenes desesperados de las ausencias paterna o materna, quienes se lanzan a la aventura personal incierta de cruzar la frontera México-Estados Unidos en busca de sus progenitores, sin el permiso de sus familiares en México y sin el conocimiento de los seres queridos que tienen en territorio estadounidense.
Muchas veces estas historias terminan en tragedias debido a que este muchachos o muchachas, casi niños, no tienen los datos precisos de sus familiares en Estados Unidos o son victimas de bandas de tratantes de personas o de secuestradores, y en el peor de los escenarios encuentran la muerte en el trayecto de sus viajes. Con respecto, a las deportaciones, durante el primer semestre del año, el número de mexicanos deportados de Estados Unidos aumentó, al igual que la demanda de atenciones y servicios prestados por la Dirección de Protección Civil y otros organismos afines en la frontera, comentó su titular, Ernesto Rivera Gómez. El funcionario estima que el incremento es de alrededor de 50 personas más de las 200 que cada día son expulsadas del vecino país por la frontera de Laredo, Texas.               

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