domingo, 8 de julio de 2012

BASURA Y RECICLAJE


Cuando llegué a España en 2004, ya hacía varios años que se estaba reciclando vidrio y papel. Una de las primeras imágenes que me quedaron grabadas eran los grandes contenedores verdes y amarillos que había en las ciudade y pueblos.

Cuando vienes de un país en el que desgraciadamente el manejo de los desperdicios no es una prioridad, estos detalles te dan la sensación de haber dado un pasito hacia el futuro y la modernidad. No significa que haya mas civismo aquí que allá. En México a mucha gente le gustaría poder reciclar. Pero ¿para qué chingaos te vas a tomar la molestia de separar la basura si todo irá a parar al mismo sitio?

Alguna vez he escuchado que para que el reciclaje funcione tiene que ser una industria rentable. Ignoro si en la práctica lo es, pero si sé que los que hacemos el trabajo altruista somos los ciudadanos que separamos nuestra basurita y nos tomamos la molestia de llevarla al sitio adecuado.
Hace unos meses Barcelona dio un buen paso adelante. Renovó y amplió todo el sistema de recolección y selección de residuos. Puso contenedores nuevos, camiones recolectores mas modernos, plantas de reciclaje mas especializadas, se difundió información y el ayuntamiento hasta nos regaló a los ciudadanos nuestro super Kit de Reciclaje.

La basura se divide ahora en cinco grupos, cada uno con un color asignado.
  • Gris para la basura no clasificable
  • Marrón (café) para los desechos orgánicos
  • Azul para papel
  • Verde para vidrio 
  • Amarillo para envases y plásticos.
No faltó al día siguiente de la puesta en práctica, la bromita de rigor de algún famosillo o político diciendo que sentía que iba a jugar al parchís cada vez que bajaba a tirar la basura. Aunque en la práctica lo único que se implementó sobre lo que ya había fue la separación de los residuos orgánicos con el color café y la mejora en general del sistema.

Pero la primera complicación al reciclar es que la separación no es tan genérica como se cree y siempre hay algo que no sabes dónde diantres tirar. Por ejemplo: no todos los residuos orgánicos sirven para hacer composta; no todos los cristales son vidrio y hay vidrios que no se reciclan; no se separa “el plástico”, sino los envases, latas y tetrabriks; y así por el estilo. Y todo esto, claro, en España y mas exactamente en la provincia de Barcelona. Cada región o país separará de acuerdo a las técnicas y/o métodos de sus plantas de reciclaje.

Los nuevos contenedores son toda una monada, aunque no falte quien dice que tienen defectos de diseño. Lo que nos han dicho oficialmente es que se han mejorado los tamaños, la ergonomía, su fácil identificación, su manejo y se han hecho accesibles a los discapacitados (invidentes, inválidos), etc.

También se hizo una gran campaña de difusión de información, la cual desde mi punto de vista no fue del todo inclusiva pues estaba únicamente en catalán. Yo, que soy un holgazán y no me metí al traductor del Google, me vine enterando por ahí del sexto mes que un bolquer (que no se debe tirar en la basura orgánica) es un pañal de bebé. Menos mal que ni siquiera soy papá.

Llámenme ingenuo, tonto o idealista, pero soy de los que creen que este mundo se está yendo a la goma. Si no nos comprometemos un mínimo y ponemos nuestro granito de arena, moralmente no nos podremos quejar cuando no queden recursos. El día que un paquete de hojas blancas cueste 50€ porque se han vuelto un lujo, o que no puedas comerte un mango porque la planta se ha extinguido, tal vez sea demasiado tarde para tirar los puñeteros cartones en el contenedor adecuado.

Para variar, esta España nuestra es de los países que mas basura produce en la Unión Europea y recicla menos que la media de los veintisiete. Cuando veo la falta de educación y concientización de la gente, siento que esa primera sensación que tuve de estar mas cerca del futuro y la modernidad no fue más que un espejismo.

No sirve de nada tener la infraestructura si la gente no la usa, y aunque la mayoría sí lo hace, siempre hay quienes echan por tierra el esfuerzo de los demás. Varias veces he visto tirar indiscriminadamente objetos al contenedor incorrecto, solo por estar un metro mas cerca. Más de una vez alguien me ha preguntado con cierto gesto de rareza “¿tu separas la basura?” como diciendo “¿pero tu eres tonto? si es una tomadura de pelo...”.

Tampoco es tan complicado digo yo. Separar no requiere mucho esfuerzo aunque sí costumbre. Cuando se nos pone a los pies todo lo necesario y cinco contenedores a la puerta de casa, y seguimos tirando las cosas donde nos sale de… las narices, es simplemente porque queremos.

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